12/1/10

Debería reptar entre mis entrañas y arrancármelas de cuajo si en algún momento desease no sentir. Y aún después, mis dedos continuarían moviéndose, ciegos, como seguiría moviéndose la cola de una lagartija después de ser cortada y separada del resto del cuerpo. Entonces, sólo entonces empezarían a disminuir los hormigueos al rozarse con tus manos.
Debería también, coserme los ojos abiertos si después de arrancarme el alma, y comenzar el descanso, aún te siguiera viendo con los párpados cerrados, taladrando mis retinas y dislocando mis ejes.
Debería desarticularme entera para no lograr agarrarme a la nada e ir tras de ti.
Debería limar mis huesos y quemar mi cuerpo por completo, por si después de extirparme el alma, desrraigar mis manos y arrebartarme los sueños, alguna esquina de mi pelvis hubiese sido capaz de adquirir la habilidad de almacenar tus recuerdos.

5/12/10


Véndeme otro atardecer contigo antes de que la Luna nos bañe de frío y tú ya te hayas ido. Cuéntame a que te saben los minutos conmigo mientras yo voy cubriéndome los hombros y estirandome las mangas del jersey. Ahí estamos, como si nunca nos hubieran movido, paseando las ideas y escondiendo los miedos, sabiendo que en un rato, careceremos de sentido, siendo víctimas otra tarde más de la efimeridad del tiempo que marca su paso enfriando las palabras y caducando los besos.
Y mientras las estrellas nos van saludando, bailemos los últimos segundos con el silencio.

2/7/10

Mi subconsciente toma la palabra.



Seguiría viajando aquí dentro hasta conocerte íntegramente y emborracharme de esa racionalidad con la que asombras a veces y otras parece nunca haberte poseído. Buscaría el origen de tus palabras y no dejaría salir aquellas que sé que no piensas, tampoco aquellas que no deberías pensar o las que de costumbre piensas demasiado y te van limando la sesera. Apagaría la luz en la zonas interminentes, así dejarías de balancearte en tus constantes dualismos. Te reduciría las dosis de autocríticas y te espolvorearía recuerdos infantiles por todo el cerebro con más frecuencia, que sé que es lo que muchas veces te mantiene tan sonriente. Le daría más fuerza a tus ideas y terminaría de quemar los prejuicios, aunque sé que ya los empezaste a triturar con eso de tu cambio de vida.Intentaría darle un empujón a tus pasiones, que a veces las olvidas con eso de recrearte en ti misma. Te colgaría unas cuantas fotos más en los recuerdos con tu abuelo, que sé que es donde le irás a ver ahora y otras cuantas de quien se ha molestado alguna vez en entrar aquí dentro, conmigo, para ayudarme con eso de producir sonrisas. Te pediría que dejaras de ser tan exigente en tu búsqueda de alguien complementario y que simplemente no busques, pues sabes bien que me has estado saturando con tus teorías sobre lo absurdo y estúpido que siempre te ha parecido la dependencia emocional en los demás, pues bien, sé consecuente.Voy a intentar recortarte un poco los sueños, aunque sé que es lo que te ha llevado a tantos kilómetros de distancia, pero has de empezar a bañarte en realidad y a aprovechar el tiempo. Me gustaría por último, decirte, aunque igual esto te resulta más complicado, y con esto me despido, que me dejaras hablar más a menudo sin filtrarme por tus miedos, así, como ahora.

2/5/10


Todavía el ser humano no ha conseguido llevar el dualismo temporal a su propia realidad.Además la ciencia siempre ha acostumbrado a mofarse de la irracionalidad y a dejarnos sin gasolina cuando creiamos estar viajando a la felicidad, privándonos de sueños y desplomando en nuestra cabeza toneladas de la palabra "IMPOSIBLE".
Si el dualismo temporal fuera concebido como algo racional por la ciencia y por tanto ya no imposible por quien sea quien haya fundado dicho adjetivo tan feo ahora podríamos estar en dos sitios a la vez con sus circunstancias pertinentes, fusionadas en una, sin vivir una realidad añorando otra.Con nieve y playa, bailando y durmiendo, cantando una canción y escuchando otra, leyendo y escribiendo,respirando y suspirando.
Así empezaríamos a reducir el uso de los dos de los términos más feos de la Real Academia Española: imposible y echar de menos.

1/9/10

Contaminada





Así estaba. Encerrada en una atmósfera que parecía estar más sobrecargada que nunca de CO2 cuando lo que respiraba no eran gases tóxicos sino partículas de realidad conformista. La inhalaba guiñando los ojos y haciendo estragos. Era como si nunca hubiera respirado ese aire antes, cuando en verdad había estado dieciocho años de mi vida haciéndolo.
Y miraba al cielo, y ahí estaba, dejándose ver, azul, ahora irritante.
No reconocía lugares y ni me molestaba en reconocerlos. Indignante. Tampoco entendía por qué las tiendas abrían a las diez de la mañana, odiaba la idea de malgastar horas de luz, ni por qué la noticia más importante del país era la nueva imagen de una mujer tras una operación de cirujía estética, cuando el resto de la gente, y bueno ella también, pero ahora más guapa, están hundiéndose en el fango y en dirección a la presidencia Europea.
Sentía ganas de darle una palmdita en la espalda a España y huir otra vez.
Y qué bien se respira aquí, oye.

11/25/09


Da igual cuantas cerillas tenga que desperdiciar para conseguir encender el gas al hacer café por las mañanas, la primera siempre se me acaba consumiendo hasta quemarme la yema del dedo, despertándome, la segunda se me suele caer al suelo y la tercera exige toda mi concentración y precisión para tener el gas pulsado, la cerilla cerca y mi dedo lejos. Lo importante es el olor a café recién hecho que habrá en la cocina unos cuatro minutos después.
No importa cuantas sábanas blancas se me tiñan de verde manzana en la lavadora o incluso cuántas veces tenga que volver a poner esa lavadora porque se me olvidó tenderla la vez anterior. Lo más importante es el olor a suavizante final.
Tampoco tiene demasiada relevancia que por la mañana se abran las ventanas, a pesar de los posibes 5ºC externos, el olor a humedad parece inaugurar los días.
A eso me dedico últimamente, a gastar cerillas, poner lavadoras y pasar frío, con tal de impregnarme de olores que no pertenezcan a nadie.

9/18/09



Que no cese el tarareo de tu armonía momentánea hasta el año que viene, permíteme bailarla, aunque me enrede con mis propios pies y tropiece, y tú te rías.Quédate ahí, mirando cualquier cosa, observando la vida, como de costumbre, sintiendo como te miro, sonriendo, desde aquí.Sorpréndeme un segundo enfadándote con el mundo y al siguiente bríndame una carcajada.Súbeme a tu recuerdos ... bájame de la Luna.
Échame una jarra de delicadeza mientras me abres los ojos y me cuentas qué piensas.Arráncame otra sonrisa.Cuida mi inocencia, no la roces.Búscame en la esquina de tu mente y échame sutilmente, yo me iré bailando, tropezando de nuevo con mis pies, con la música, contigo.

9/15/09

180º



Aterricé. Creo tocar el suelo tras haber sido vapuleada por la física que ha empleado sus mayores magnitudes temporales y espaciales para trasladarme aquí, a este punto. Al punto 180º al Este donde el río Tizsa tiñe los prejuicios de verde y disfraza los deseos de suspiros.
Los días huelen a nuevo, como un cuadro recién pintado, de autor anónimo, claro. Y en los pensamientos, sin embargo, se percibe un olor a cerrado que contamina ligeramente las horas e interrumpe mi contemplación de los tranvías.



7/1/09

El último blues






En la esquina de la calle de los recuerdos suena una melodía rota, resquebrajada en apariencia auque perfectamente armoniosa y compuesta en esencia. Imagino que procede del bar de mi memoria que liquida los minutos terminales antes de ser cerrado. Aprovecha para ofrecer las últimas cervezas frías y conversaciones superfluas que no se comprometan a un adiós eterno, prefiriendo concluir con un inconsciente hasta luego que degrade la magnitud del momento.
Y mientras va concluyendo, no siento, no veo, no entiendo, tan sólo oigo las últimas notas del blues previo al sempiterno silencio. Que nadie espere que llore o ríe, no quiero. Que nadie me quite el tul de los ojos, es hora de embarcarse en sueños, que nadie me explique nada, que tan sólo me dejen envuelta en palabras que cubran mis alas abatidas, ahora que ha cesado el viento.

6/18/09


Los minutos perecen más rapido que nunca y los percibo desaparecer justo delante de mi retina, íntegros e intocables, inalcanzables. Como si de un tijeretazo se tratase, el tiempo parece haberse deshecho de mi, cortando en algún pestañeo la hebra que nos conectaba, harto de multiplicidades, cansado de no ser exprimido. Ahora se va escapando convirtiéndome en dueña de una atemporalidad aterradora que me hunde en un eterno pasado.
Estas palabras hacen lo mismo, escapárseme de los dedos, una tras otra, quedando atrás, rozándome con delicadeza y avisándome sutilmente de que el tiempo las barrerá y me dejarán desnuda. Entonces será mi turno de dar tijeretazos, cortar los miedos e irme lejos.

6/5/09

Arrugas con denuedo




Atrapadas entre mis medrosos dedos están todas y cada una de las historias que algún día me atraparon a mí, envolviéndome, abrazándome farisaicamente, dejándome a oscuras.
Historias opresoras de cualquier tiempo, marcadas con escalofríos intermitentes que me arrastran a viajar en las emociones a la velocidad de los latidos recreando, caprichosas, minuciosos detalles que vapulean mi mente pues parecen no haber sido asimilados jamás. Ciclo vicioso de déjàvus.
Aprieto el puño con más fuerza haciéndolas callar mientras percibo como van fundiendose a mil grados con mi piel y caminado con ínfulas por las líneas de mi palma hundiendo cada pisada, surcando las fibras y creando arrugas amargas que en tiempos de controversia, cínicas, parecen hacerme cosquillas como si del más alevoso reproche se tratara.

5/24/09


Irán cubriéndose de polvo las noches pacientes y los dedos cruzados, tensos, roídos de incertidumbre. No habrá más música de acompañamiento que envuelva versos, vacíos ya. Tampoco palabras viciadas, conjugadas con compromiso, causantes de minutos oxidados. Quedarán aquí , dormidos, los sabores metálicos que emergían en el paladar tras el bombardeo de pupilas indiferentes y permanecerán resignados, callados sin remedio, los recuerdos de deseos incompletos en la brisa que me acariciará mañana, retirándome el pelo de la cara, perfumando mis días y llevándose momentos en este instante ardiendo.

5/9/09

ilusión (óptica)





Los escépticos del empirismo enuncian que el mar no es azul. Arguyen que se trata de una ilusión óptica provocada en nuestra retina al incidir la luz blanca procedente del Sol sobre el agua, ya que ésta absorbe todos los colores de la luz blanca excepto el azul que refleja y puesto que los objetos no se ven del color que absorben sino de los que no absorben, la carencia índiga del mar resultaría verídica.
Ahora la evidencia se ríe y me grita: ¡ ILUSA ! Se apiada de mi y me cose los ojos para no encontrarla en otro azul, me incrusta una armadura protectora de ilusiones (ópticas), me confisca las ideas y me ata la sonrisa al NO. Después marcha soberbia, prometiendo no volver jamás - ya puedes continuar la batalla-, me dice.

4/25/09












En el momento en que toda la sensibilidad se hace lágrima, cuelgas la mente en el armario vacío de realidad consciente y cierras las entrañas anhelando hadas que vuelen hasta tus yemas y te agiten con un pellizco de magia. Cuando la mirada se torna grisácea opaca te fundes en un pestañeo eterno que extingue toda luz diáfana y un suspiro te coloca de frente ante la nulidad amenazadora. Entonces ocurre que el silencio ahoga tu voz y chirría cerrando puertas, tu alma, muda, sorda, corta el aire y hermética hiberna hasta verano de la vida siguiente.



4/16/09

Siempre odié la literalidad

No es que desaparezcas. Vives escondido ahí, donde las palabras olvidan la semántica para volar entre ojos, trazando vagas líneas subyugadas por el adverbio siempre.
Estás, o eso creo, siempre odié la literalidad. Y ahora no digo nada, relleno el blanco barriendo sentidos.
Tú sigue ahí, reciclando recuerdos, paseando por vetustas frases que nos hacían bailar, tarareando mi nombre, pisando charcos y empapándote de miedo.
Y si fuera literal diría que estas palabras te envuelven, desprenderme sería tan fácil como dejar de escrib...







Pero repito, siempre odié la literalidad.

3/18/09

Trapecista

¡Eh tú, emprendedora!

Te propongo un reto, te presto un trapecio para que te rias de los minutos y elimines las líneas del espacio. ¿Capaz?
Podrías moverte por ejes imaginarios, a tu propio ritmo, sin prisas. Experimenta, conviértete en una empírica nata, exprime los sentidos, varía tu posición, sé dinámica, arriésgate, controla únicamente aquello que divisises, juega, no tengas miedo.

¿Y si me caigo? Nunca he estado tan alejada del suelo, siempre he preferido la tierra firme, segura, sin sorpresas.

Dependerá de ti.
Controlas perfectamente cualquier situación aquí abajo, ya te sabes de memoria todos los caminos hacia el éxito, yo te propongo que descubras otros ahí arriba, algo más cerca de las nubes.
En realidad todo se reduce a conseguir mantener el equilibrio, ese es el auténtico reto.

2/13/09

OSO Idiota

"Muchas veces confundimos sueños con expectativas sin darnos cuenta de que, mientras los sueños nos abren el mundo, las expectativas nos encierran en la espera pasiva de lo deseado ¿Por qué nos aferramos sorprendentemente a ellas? ¿Qué pasa si no puedo aceptar tener que renunciar a lo que tanto deseo? ¿Qué pasa si siento que no puedo armar mi proyecto de vida?
Tenemos un deseo determinado. Queremos algo con el alma, con todo nuestro ser. Soñamos día y noche con tenerlo.Este es el momento de aplicar una regla básica:
La regla del OSO Idiota.
Esta regla comienza con la "O" del oso.
¿Usted quiere algo?
Obténgalo!!!
"Obtenga" lo que usted quiere, juéguese la vida para obtenerlo!!! corra el riesgo!!!, comprométase con su deseo!!! ¿Qué busca? ¿El amor de ésa persona tan especial?¿Esa casa tan soñada?¿Ese trabajo? Vaya, salga a buscarlo, obténgalo !!!
Pero uno puede darse cuenta que a veces es imposible obtener lo que quiere. Entonces, ¿qué dice la regla en segundo lugar?
¿No puede "OBTENER" lo que quiere?
(Y siguiendo con la "S", la segunda letra del oso) Nos dice:
Sustitúyalo!!!
"Sustitúyalo" por otra cosa!!!
- Esa persona tan especial y única no me quiere. Pues bien, que lo quiera otra persona.
- Esa otra tampoco me quiere. Entonces, busque un marinero!!! Cómprese una mascota!!!
- Ah... No!!! IMPOSIBLE SUSTITUIRLA!!! Como ésa persona no hay...
Entonces, ¿qué nos dice la regla en tercera instancia?...
¿No lo pudo "OBTENER"?... ¿No lo puede "SUSTITUIR"?...
Y siguiendo con la "O", la tercera letra del oso) Nos dice:
Olvídelo!!!
-Ah No, "Imposible"..... ¿Cómo imposible?
- Siii, "Imposible olvidarla!!!" "Éso si que es i-m-p-o-s-i-b-l-e!!!"
Ahhh... "¿Imposible?"
Entonces... si no lo puede OBTENER, si no consigue SUSTITUIRLO, si no quiere OLVIDARLO... La regla dice que usted es un Idiota.
Quedando así constituida "LA REGLA DEL OSO IDIOTA".
Tal vez no sea tan fácil decidir que puedo Olvidar.
Sí puedo decidir no quedarme pegado a lo que creo que es imposible. Y éso es lo neurótico, lo ridículo, lo idiota."



Jorge Bucay

2/7/09




He dejado de contemplar el cielo para mirar al Sol fijamente a ver si él consigue borrarme el azul de los ojos, de la mente.


1/30/09

Mirando al cielo

Los días parecieron perseguirse como estrellas fugaces directas a converger en un mismo punto incierto. Desde mi perspectiva, mirando al cielo, consideré firmemente su culminación en un dualismo totalitario, protagonizado por el Todo o la Nada. Términos excluyentes y contradictorios, suministradores de angustia y para qué negarlo, también de emoción.
Continué allí, mirando al cielo, estudiando las frecuencias, calculando posiciones y escribiendo datos. Fabriqué las mejores cuartadas e hipótesis jamás imaginadas, cargadas de verosimilitud y conjetura. Creí convencerme de la fuerte solidez de éstas para que el desenlace fuera la opción primera, el positivismo siempre vigente.
En este instante me encuentro en el mismo lugar, mirando al cielo, con intención de seguir elaborando teorías que nutran mi pensamiento y ornamenten lo imaginado.
Debo restablecer los datos, la frecuencia ha disminuido y los días parecen cansados, ya no corren como antes, puede que sea por este silencio...
A mi también me aturde y confunde. Hasta el azul del cielo ha sido erosionado.
Se me hace difícil continuar, estas nuevas condiciones inhabilitan todo lo avanzando.
Un cierto aroma combustionado, procedente del horizonte, penetra en mi mente hasta envenenarla y los días se paran y los cientos de papeles escritos hasta entonces no se encuentran a mi lado. Todo se desvanece y yo me encuentro aquí, mirando al cielo.
Una lluvia de cenizas de celulosa me moja.
La Nada.


1/25/09


Mi inconformismo ruge pidiendo auxilio.
Considera absolutamente necesario, llegados a este punto en el que se encuentra subordinado de ti de manera irrefutable, prescindir de nexos e intercalaciones.
Sentado, mirándote, deshojando margaritas al tiempo que entras, sales, destapas, rompes, entierras, acaricias, clavas, impulsas y recompones.
Necesita levantarse, retroalimentarse, coger carrerilla y desprenderse de esta dualidad que va rasgando la piel y consumiendo minutos.

1/19/09

Azul




Nado en toda su extensión, azorada, turbada. Me sumerjo con el fin de impregnarme entera, envolverme para siempre y tornarme índiga.
Aguanto la respiración, buceo en ese azul sutilmente aturquesado. Embelesa.
Maldito azul que me absorbe y aturde. Desaprovechado por el mar, por el cielo, por cualquier otro color cobarde, miedoso al contraste.
Ojalá fuera yo un color, vehemente como tú. Mezclarnos.
Denso, atractivo foco de luz celeste. Penetrante, tatuador.
Intenso, volcán virgen.
Origen fluorescente manso, dulce.
Reflectante seductor, nítido.
Pigmentos añiles desprendidos, intactos, tuyos. En mi piel se van clavando.
Perdición.


1/15/09



No recorro el camino escrito de un norte premeditado con rumbo inerte. En verdad no creo en la veracidad de ningún camino auténtico que no sea aquel marcado por nuestras propias pisadas, profundas, resbalazidas, pusilánimes.
Empapan.
Y tras un rato al Sol, comenzaré a trazar curvas, a labrar laberintos que escondan mi rastro y protejan las huellas. Vigilaré que ninguna ola las borre...

1/10/09


Concluyes la sílaba final. Irremediablemente me arrastra el sonido de la última letra que roza tus labios, y la busco en el aire para atraparla. Me desvela que antes de ser articulada se perdía en los laberintos de tu entendimiento. Curiosa, espiaba tus retinas intentando descubrir qué guardabas en ellas.
A punto de desvanecerse, añade que a veces se ha visto arramblada por torrentes de intensidad, procedentes de tu iris. Y que más abajo, a la derecha, hay una máquina incesante de sueños, de la que saltan chispas de magia. Juraría que alguna vez hasta he sentido cómo me quemaban.

1/4/09

Filtro


La automatización de la mayor parte de ideas y pensamientos que viajan por mi mente se ha convertido en un proceso inherente a mi persona. Tras los impulsos instantáneos acostumbro a filtrar las emociones. Es como si poseyera un colador situado a medio camino entre lo sensible e inteligible que seleccionase cuales verter hacia mi interior para exprimirlas y beberlas, sacudiendo de un golpe frío aquellas que podrían inundar mi parte racional hasta dominarme completamente, soberanas del resto de sentimientos, manipuladoras, arrebatadoras de palabras, electrizantes, mágicas, distribuidoras de escalofríos transitorios. Nunca han atravesado el filtro íntegramente. Nunca las he sentido en esencia. Me he limitado a rozarlas, a acariciarlas sutilmente, conservando activo y vigente mi precavido autocontrol.

El pavor, la vulnerabilidad, el miedo o la puerilidad son alicientes que llegan a convertir en ocasiones ese tamiz en un obstáculo, impidiendo acontecimientos que acompañan a las emociones en él retenidas.
Me detengo y retomo la idea que rige mi parte intrínseca: vivir plenamente.
Interpreto que si con las emociones que atraviesan el filtro sin contemplación alguna llego a chispear, a vibrar, quizá mi éxtasis se encuentre implícitio en lo que no lo traspasa.

Y fiel a experimentar en esencia, he de comenzar a prescindir de dicho filtro.






Me despojo incondicionalmente de números y cifras, meros garabatos señalizadores, marcadores del tic-tac incesante que aparco bajo decibelios de música. Y decido gestionar el tiempo con mis manos, voy contando con los dedos las canciones que diseñan mis minutos al ritmo de inquietudes.
Testo la posición espectante, convirtiéndome en una voyeur de prolijidades, recorriendo minuciosamente estructuras, formas y colores. Voy desviándome hacia los detalles, sintiéndome cómplice exclusiva del ambiente. La singularidad me embelesa y seduce. Me voy deteniendo en lo interesante y ocurrente, paseo, me pierdo en ello...




12/27/08


Ultimamente no cabe otra opción en todo este vaivén de sentimimientos que la mera maldición de mi instinto. Escudados a él se van incorporando fragmentos y trozos de todas las piezas que palabra tras palabra has ido separando y resquebrajando. Duele el roze de su esencia. Quema. Necrosa.

Los conservo ahí adheridos, sopesando si recomponerlos o lanzarlos al vacío. Dispuestos como en una caja de resonancia en la que solo retumba el eco de tu voz. Atormentan.

Sé que algunos se me escaparon aquella noche y puede que aún permanezcan llorando sobre el asfalto, gritando tu nombre, anhelando nuestro paso.
O puede que incluso astutos, quedasen tras un abrazo, acomodados en tu ropa, a éstos... les envidio.

Por lo pronto,hoy, maldigo mi instinto una y otra vez. Robó de puntillas la traducción de mi corazón y te la brindó a ti en un instante. Quizá te costó descifrarla, quizá ni probaste a leerla.

Le odio y le culpo por disiparse en tus pupilas y no regresar para advertirme que allí dentro, en ellas, nada me pertenecía. Me invitó a viajar a las nubes en uno de tus gestos para más tarde inyectarme una dosis de realidad y estrellarme contra tus pies.

Le detesto con más ahínco si cabe por seguir activando, aliándose con mi parte más ingenua, la recóndita tecla de locura que hace lustros pulsó y desencadenó toda esta desventura. Y ahora,algo más serena, reclamo en un ataque de frialdad y racionalización, valor para poder anularla, romperla o extraviarla.

12/23/08

Francamente creía haber omitido y agotado el azul que te envuelve.
Me sentía victoriosa del olvido, aunque en ocasiones de manera parcial.
Al menos corroboraba haber prescindido de tu parte más compleja y extraordinaria, aquella que implicaba la inevitable atmósfera de magia que se creaba en torno a tu delicadeza. Pensaba haber desgarrado y quemado, hace un tiempo ya, el vínculo que me ataba a tu sombra. Incluso acostumbraba a sentirme absurda buscando el color de tu abrigo entre la gente.


No consideraba volver a imaginar casualidades protagonizadas por ambos y mucho menos perderme de nuevo en cada detalle de tu rostro mientras te oía contarme cualquier trivialidad. Tampoco entraba en mis planes repasar detenidamente en tu ausencia cada situación vivida contigo.
Qué ingenua, dirías.

El surrealismo me advierte si me ve contigo y me recuerda que esta rabia que siento y esta congoja que me ahoga son ahora, más que nunca, mías. Jamás te han rozado, jamás las has sentido.

12/8/08

Vestigios

Al atardecer, las aceras, sedientas, persisten dilatadas tras los intransigentes rayos de sol que las han vapuleado a lo largo del día. Girando, en una esquina se contangian algunos resquicios de pasión de noches atrás y un escaparate todavía refleja intacta la soledad que osó mirarse en él en un momento de confusión. Más cerca, en una silla, ligeramente arrugada permanece tirada una camisa, que a pesar del tiempo que se encuentra ahí, todavía desprende un seductor perfume y unas sábanas blancas, ladronas de entrelazados sudores allí nacidos, continúan extendidas sobre la cama. Las confidentes paredes, que fueron testigos de cómplices secretos y fantasías pasionales, aún parecen susurrar a media voz sus nombres. Y una puerta abierta, chirría llorando, pidiendo ser cerrada por las mismas manos que antaño la abrieron.

Incluso el silencio grita entre espasmos de delirio, simulando a esas dos almas que se vertieron, se ansiaron, se internaron y se amaron hace hoy ya, tanto tiempo.

12/6/08

Si...

Si te pienso, mis ojos aún chispean henchidos de magia, rebosantes de delirio, silentes enamorados. Mis labios, en una expresión fallida, todavía conservan la excusa perfecta. Mis manos temblorosas, dudan ansiosas a causa de pasión, costumbre o anhelo. Mi oído mutado ya no reconoce sonido alguno, quedó sumiso a tu voz, extasiado tras tu risa. Mi voz quebrada tan sólo balbucea tu nombre.
Si te veo, mis ojos se tornan ciegos, ardientes en deseo, desorbitados, fijos. Mis labios se enzarzan con el aire para embriagarse de tu respiración. Mis manos aparcan la indecisión cubriéndose de atrevimiento. Mi oído se agudiza meloso, ávido de tu etérea melodía. Mi voz contenida, debate si emerger para fundirse con la tuya.
Y si te toco, ay si te toco...

12/2/08

Una noche de verano simplemente tumbada en la arena, el primer amanecer después de una fiesta, encontrar algo de repente que creía perdido por completo, un buen plan de última hora, los días de lluvía, los paseos por la playa, dormir en ella, ver una estrella fugaz, un ramo de iris, el olor a café recién hecho, jugar a hacer sombras en la pared, una lista de chistes malos, una habitación recién pintada, una Desperados recién abierta, el sabor a menta, el último día de curso, el primero, el escalofrío después de un masaje, agujetas después de un ataque de risa, el primer pensamiento del día, el último, la canción que oigo siete veces seguidas, la que no puedo escuchar porque me recuerda demasiado a alguien, una foto de Polaroid, releer un diario, salir corriendo tras un sinpa, probar perfumes, guerra de almohadas, encender una bengala, cruzar en rojo, mantener una pompa de chicle, el primer baño del verano, que me tapen los ojos preguntando :¿Quién soy?, comenzar refranes y que los acaben, dibujar con los dedos sobre cristales empañados, una noche entera viendo peliculas, un día entero sin pasar por casa, envolver un regalo, explotar las pompitas del papel de embalar, un castillo de fuegos artificiales, el sonido de una armónica, un cajón lleno de cartas, payasear en un espejo convexo, ir en el coche cantando la canción de la radio, el olor a suavizante de la ropa limpia, el de humedad en el ambiente después de la lluvia, colarme en una cola de gente, un grito de euforia, un abrazo antes de decir palabra, un reencuentro, acabar de leer un libro, recibir un sms inesperado, conseguir coger un molinillo de viento entre las manos y soltarlo pidiendo un deseo, un retrato dedicado, un debate político, que empiece a nevar, una nota de papel escondida, soltar un globo y mirar como asciende, morder los cubitos después de beber, un pijama de franela en invierno, un "te echo de menos", un dibujo que hiciste de pequeña colgado en el frigorífico, decir un pareado inconscientemente, tararear de felicidad, imaginarme en diez años, la luna llena, su reflejo en el mar, el galope, una conversación profunda, el olor a libros nuevos, pintar en sus márgenes, despertarme, desayunar y seguir durmiendo, un documental en el canal Viajar, un sueño en inglés, una nana, las manos de un bebé, una larga conversación telefónica, volar una cometa, el gesto cariñoso de alborotar el pelo, hacer cosquillas, guiñar un ojo,jugar al calientamanos, imitar voces, la risa contagiosa, llevar unas orejeras,leer los labios, no ser previsible, la complicidad, decir un trabalenguas, pisar los castillos hechos en la arena,una fiesta sorpresa, una cena de amigos, abrir una coca-cola después de agitarla, mirar por la ventana, probar a contener la respiración bajo el agua, quitar el hipo de un susto, una canción mítica en acústico, el final inesperado de una película, buscarle forma a las nubes... A veces me asusta la idea de que puedas llegar a fascinarme más que todo esto.

11/29/08

Cierto es que el tiempo nunca supo de esperas ni fue flexible en horarios pero a ti y a mi aún nos lleva de la mano, nos la agarrota, nos la exprime, nos la desgarra.Nos conduce por vías paralelas a sueños expectantes. Tú a la derecha, yo a la izquierda y él, intangible, jefe y dueño, en el centro. Dueño de nosotros y también de esos sueños que hasta ahora se han conformado con vernos pasar. Él decide cuando premiarnos e incorporar alguno al trayecto, ingenuo, ignorando la esencia de ese momento, pues será tan sublime, tan magistral, tan excelso el compartirlo contigo... que, eclipsado, no tendrá más remedio que detenerse para siempre a contemplarnos.

11/27/08



Paseando por calles repletas de ojos opacos, turbios, mirando hacia un norte ya escrito, inevitablemente sumergidos en la resignación, caminando a un mecánico paso desde hace mucho tiempo ya marcado. Irreflexivos, distantes, mutados por el frío.
Los míos entre ellos, ensordecidos por el silencio, desorbitados por lo no visto, pestañeantes al ritmo de un diapasón loco reclaman un guiño cómplice, un secuaz gesto, de algunos que no sean simplemente unos ojos más entre cientos.

11/26/08

Aunque ni me percibas, me encuentro ahí, a lo lejos, sólida, entera. Me reafirmo en ello conforme te aproximas, pruebo, me endurezco, inspiro y trato de que mi corazón no se vaya contigo. Lo intento, procuro centrar mi atención en lo que andaba haciendo antes de percatarme de tu presencia y automáticamente mi ángulo de visión va reduciéndose hasta rodearte completamente memorizando cada uno de tus gestos. Te contemplo, te observo... y me muero pues mi mente ya te dibuja con una sonrisa antes de que la esboces, suspirando antes de que te encojas y tiritando antes de que te enfríes.
Desapareces, sin embargo yo te sigo viendo en el inacabado dibujo de mi mente que se completará cuando yo te empiece.

11/25/08

Before Sunrise





Céline: Okay, now I'm going to call my best friend in Paris, who I'm supposed to have lunch with in 8 hours. Okay?
Jesse: (Nods) okay.
Céline: (with her hands mimicking a telephone, lifting it off the base, and putting it to her ear) Dring-Dring. Dring-Dring. Dring-Dring. Pick up!
Jesse: What?
Céline: Pick up the phone.
Jesse: (also mimics a phone with his hand, puts it up to his ear) Oh, hello?
Céline: Àllo?
Jesse: MmHmm.
Céline: Vanie? Ici Lina.
Jesse: Ahh...
Céline: Comment ça va?
Jesse: (wide open eyes, then recognition) Ah, bien, et toi?
Céline: Vanie, ma vacation est incroyable!
Jesse: Ahhh... you - a- I- you know, I've been working on my English, recently, would you want to talk in English?
Céline: Yeah, okay, that's a good idea. Ummm... I don't think I'm gonna be able to make it for lunch today, I'm sorry. I... I met a guy on the train, and I got off with him in Vienna. We're still there.
Jesse: ARE-YOU-CRAZY?
Céline: Probably.
Jesse: We.. wa.. he's Austrian, he's from there?
Céline: N-n-n-n-no. He's passing through here too. He's American. He's going back home tomorrow morning.
Jesse: (mocking a shocked expression) Why'd you get off the train with him?
Céline: Well... he convinced me. Well, actually I was (smiles) I was ready to get off the train with him after talking to him a short while. He was so sweet, I couldn't help it. (softly) We were in the lounge car, and he began to talk about him, as a little boy, seeing his great-grandmother's ghost. I think that's when I fell for him. Just the idea of this little boy with all those beautiful dreams. (emphatically) He trapped me.
Jesse: MmHmm.
Céline: And he's so cute! He has beautiful blue eyes, (he closes his eyes) nice big lips, (back-pouts his mouth), greasy hair, (she laughs) I love it. He's kind of tall, and a little clumsy. (softly) I like to feel his eyes on me when I look away. (smiling) He kind of kisses like an adolescent, its so cute.
Jesse: What?
Céline: Yeah, we kissed. It was so adorable. As the night went on, I began to like him more and more. But I'm afraid he's scared of me. You know, I told him the story about the woman that kills her ex-boyfriend, and stuff. He must be scared to death. (Jesse begins to shake his head, slowly) He must be thinking I'm this manipulative, mean woman. I just hope he doesn't feel that way about me, because you know me, I'm the most harmless person. The only person I could really hurt is myself.
Jesse: I don't think he's scared of you. I think he's crazy about you.
Céline: Really?
Jesse: I mean, I've known you a long time, and I got a good feeling. You gonna see him again?
Céline: We haven't talked about that yet. (pause -- hangs up 'phone') Okay its your turn. You call your friend.
Jesse: Uh...
Céline: Okay?
Jesse: (Hangs up phone, too) Alright, alright. Umm... (thinks) Uh, (picks up 'phone', puts to ear) Bring-Bring-Bring. Uh, I usually get this guys answering machine. Brawwwwwwng.
Céline: (picks up 'phone', mimics American accent) HI DUDE! WHAT'S UP?
Jesse: Uhhhh... Hey Frank, how you been? Glad you're home.
Céline: Cool. Yeah. So, how was Madrid?
Jesse: Uh, Madrid... sucked! You know, Lisa and I had our long-overdue meltdown.
Céline: Oh. Too bad. I told you, no?
Jesse: Yeah, yeah, yeah. The long-distance thing just never works. I was only in Madrid for a couple of days. I got a cheaper flight, out of Vienna... but, uh, you know, it really wasn't that much cheaper. I just, uh... I couldn't go home right away. I didn't want to see anybody I knew, I just wanted to be a ghost. Completely anonymous.
Céline: So are you okay, now?
Jesse: Yeah. Yeah, no, no, yeah, I'm great, I'm great! That's the thing, I'm... I'm rapturous. And I'll tell you why. I met somebody. On my last night in Europe, can you believe that?
Céline: Ah, That's incredible.
Jesse: I know, I know. And you know how they say we're all each others' demons and angels? Well, she was literally a Botticelli angel. Just telling me that everything was gonna be okay.
Céline: How did you meet?
Jesse: On the train. Yeah, she was sitting next to this very weird couple who started fighting so she had to move. She sat right across the aisle from me. So, we started to talk, and, uh, she didn't like me much at first. She's super smart, very passionate, um... and beautiful. And I was so unsure of myself. I thought everything I said sounded so stupid.
Céline: Oh, man, I wouldn't worry about that.
Jesse: No...
Céline: No, I'm sure she was not judging you. No... And by the way, she sat next to you, no? I'm sure she did it on purpose.
Jesse: Oh, Yeah?
Céline: Yeah. Us men are so stupid. We don't understand anything about women.
Jesse: MmMmm.
Céline: They act kind of strange. The little I know of them. Don't they?
Jesse: Yeah.

Jesse: I feel like this is, uh, some dream world we're in, you know.
Céline: Yeah, it's so weird. It's like our time together is just ours. Its our own creation. It must be like I'm in your dream, and you in mine, or something.
Jesse: And what's so cool is that this whole evening, all our time together, shouldn't officially be happening.
Céline: Yeah, I know. Maybe that's why this feels so otherworldly. But then the morning comes, and we turn into pumpkins, right?
Jesse: Ahhh...
Céline: Yeah, I know. (pause) But at this time, I think you're supposed to produce the glass slipper, and see if it fits.

11/24/08

11/23/08

Se dice, se cuenta

(Mississippi sunset)




Se dice por ahí que andaba siempre columpiándose en ideas,divirtiéndose cruzando la invisible línea, dentro, fuera, fuera, dentro que separaba el instante decisivo del "sí, puedo". Que se balanceaba en la confianza y que alguna que otra vez bailaba con el tiempo intercambiando odiseas de pensamientos que resultaban banales cuando sonaba el tintineo de unas notas aparentemente rotas, no obstante, en esencia sublimes que alguien tocó un día.Que de puntillas caminaba hacia los más recónditos sueños rescatando cualquier resquicio de locura que amenizase sus mecánicos pasos y que terca, solía saltar desde lo soporífero hasta lo electrizante ignorando el valor virtuoso de lo equidistante. Y no oso a dudar esto, pues también se cuenta que desde hace unos días prueba a trocar palabras intentando ordenar su mente.

Recógeme

Voy cayendo al vacío aunque no me veas...recógeme.
¡Eh! no te muevas por favor, cóncedeme un segundo y luego...
Ahora tan sólo extiende tus tímidas manos baldadas por el frío, me rendiré a ellas.
Acógeme, me estremeceré entre tus dedos, serán mi arrullo, mi resguardo.
Rodéame, bríndame soporte, prometo no entorpecer tu paso, únicamente estrecha tus brazos.

Recógeme sólo un segundo para no dejarme caer y luego...
olvídame en cualquier sitio.

11/22/08





Se encontraba allí, de pie, refugiada por fin bajo una fachada antigua, en la misma plaza que atravesaba tantas veces a la semana. Entretenida, observaba la genialidad de la lluvia que en ese instante no la tocaba, sonreía, aprovechaba para recrearse en ella misma. De fondo, en los auriculares, cualquier canción de las que siempre solía escuchar y a su espalda una puerta fría sobre la que se apoyaba ligeramente. Justo enfrente, a la entrada de una chocolatería dos enamorados se besaban divertidamente. Las gotas llegaban también a las mesas y sillas de las terrazas que un camarero apresurado intentaba recoger y a lo lejos un hombre tropezaba cubriéndose con una chaqueta. Ella continuaba ahí, con la mirada perdida, sintiéndose dichosa por ser quien observase esa escena. El tiempo no fluía, la había cubierto con una fina película transparente que la hacía invisible en ese lugar. Se sentía un poco más cerca de aquella pareja, percibía sus risas, también de la impotencia de aquel camarero que veía deteriorarse su mobiliario e incluso de los gruñidos de ese hombre que se maldecía por no llevar con él un paraguas. De repente le parecía imposible que hubiese pasado por ahí tantas veces. Se cuestionaba el sentimiento de extrañeza que la invadía. La lluvía iba en detrimento. Increíblemente reconocía mejor esa escena que aquella canción tantas veces escuchada y al mismo tiempo creía sentirse más vinculada con aquellas personas que con ella misma.

Tregua

(A pesar de que fumase, si hubiera nacido en los años 20 no me habría importado casarme con él)


Inherente a mis hombros, a la noche, ya no es más que una fatigosa carga que agota y consume la jornada. Con ésta se agotan asimismo mis atisbos de esperanza, antes desbordada, hoy...de tí mendiga. Golpeadas, despedidas y arrojadas van también diciéndome adiós la voluntad cuantiosa y la sonrisa desmedida que días atrás volaban a tu encuentro y ahora tan sólo topan con el regado asfalto, humedeciéndose al yacer quién sabe si por culpa de la lluvia o a causa de unas lágrimas en ese instante derramadas.
Insisto, delicadamente las atiendo, aderezándolas con anhelos de recuerdos de algún tiempo... les cuento cómo las miraban en días mágicos aquellos ojos y me alegro, pues extasiadas levantan mas sopesando una tregua para no morir en el intento.
"The autumn wind, and the winter winds they have come and gone and still the days, those lonely days they go on and on... And guess who sighs his lullabies through nights that never end... My fickle friend, the summer wind, the summer wind, warm summer wind.."

11/19/08

Ininterrumpida



En algún contratiempo mi razón se ha visto resollada entre palabras metódicas, técnicas, atildadas y medidas, sobre las que gobierna íntegramente, necesitando reposar en las simples de bonanza, serenas, triviales y sugerentes.
Mas ha resultado exiguo su descanso al constatar la vigencia de sensación pues son las que hace años quedaron guardadas en cajones secretos, activados por un resorte incierto.
Y a día de hoy ya no descansa al no ser útil su intelecto para regentar áreas de cota superior.

11/17/08

Adicta a lo efímero



Constantemente aquello que agita y culmina mi parte más intrínseca confiriéndole plenitud hasta en recovecos que ignoraba que existieran, dura poco.
Me encuentro seducida por esa sensación de efecto inigualable.
Hablo de lo efímero, pues ¿Cuánto acierta a durar un suspiro, una sonrisa, un abrazo o una buena conversación?
Pendo de instantes y enloquezco en ellos mas en la espera intercalo un contexto donde juego a conectar unos con otros haciendo de lo efímero algo imperecedero.

11/16/08

Añoranzas


Se puede sentir melancolía, añoranza de un tiempo, de un amigo que no ves, de una tierra que dejaste, de un amor que no olvidaste.
Se puede mirar atrás y saborear melodías, revivir momentos.
Se puede mirar adentro para escuchar lo que no te deja proseguir el ritmo cada día o se puede mirar adelante y creer en los sueños.
Pero también se puede mirar arriba y añorar el cielo, si has estado sabes...cómo araña la nostálgia por la soledad o por el silencio.
Y si no has estado crees que todo aquel que lo añora no está del todo cuerdo.

11/15/08

Vulnerable


Sigo conservando gran parte de ese candor que me impulsaba a combatir el tiempo bajando los escalones de tres en tres, a pensar que si algo óptimo me pasaba era porque lo había deseado minutos antes con todas mis fuerzas, a creer que el polvo de hadas se camuflaba bajo el sustantivo "purpurina" o a confiar en que con una sonrisa podía acceder a cualquier juguete del momento. Mi inocencia permanecía intacta hasta que esos trucos comenzaron a resultar en vano. Con los años me he ido dando cuenta de que a veces puedo caer, de que no solo basta con desear, de que por mucho que me rocíe de purpurina jamás volaré y de que una sonrisa apenas modifica nada. Sin embargo, continúo sorprendiéndome cuando el frío me permite jugar con el vaho del ambiente y cuando consigo mantener una pompa de chicle. También cuando unos simples acordes de guitarra me ponen el vello de punta y cuando alguna mirada me atrapa.
Se supone que conforme crecemos y en base a las experiencias vamos dejando a un lado la ingenuidad ; en mi caso ésta es directamente proporcional a la edad, lo que me convierte en plena vulnerabilidad, y eso me asusta.