11/15/08

Vulnerable


Sigo conservando gran parte de ese candor que me impulsaba a combatir el tiempo bajando los escalones de tres en tres, a pensar que si algo óptimo me pasaba era porque lo había deseado minutos antes con todas mis fuerzas, a creer que el polvo de hadas se camuflaba bajo el sustantivo "purpurina" o a confiar en que con una sonrisa podía acceder a cualquier juguete del momento. Mi inocencia permanecía intacta hasta que esos trucos comenzaron a resultar en vano. Con los años me he ido dando cuenta de que a veces puedo caer, de que no solo basta con desear, de que por mucho que me rocíe de purpurina jamás volaré y de que una sonrisa apenas modifica nada. Sin embargo, continúo sorprendiéndome cuando el frío me permite jugar con el vaho del ambiente y cuando consigo mantener una pompa de chicle. También cuando unos simples acordes de guitarra me ponen el vello de punta y cuando alguna mirada me atrapa.
Se supone que conforme crecemos y en base a las experiencias vamos dejando a un lado la ingenuidad ; en mi caso ésta es directamente proporcional a la edad, lo que me convierte en plena vulnerabilidad, y eso me asusta.

1 comment:

Elena-na said...

ya eres friki oficialmente